La revolución de los sistemas de automatización de vehículos es una realidad imparable. Aún queda mucho para la conducción autónoma, pero los coches ya cuentan con equipos sofisticados que: mejoran la calidad de la conducción, el rendimiento del coche, la seguridad al volante y rebajan el estrés del conductor. La industria automotriz invierte en Inteligencia Artificial para responder a un mercado altamente competitivo. Surgen retos: económicos, normativos y de ingeniería. Vehículos automatizados: Desafíos del coche autónomo.
Diferencias entre vehículo autónomo y vehículo automatizado
Los coches automatizados
Cuentan con tecnologías que les permiten realizar tareas de manera automática. Es muy común que estos avances tecnológicos aplicados al coche, se encaucen hacia la obtención de un mayor nivel de seguridad en la conducción. Como así lo demuestra el registro de patentes industriales vinculadas al sector automotriz.
Vehículo autónomo
Aunque aún queda camino, la diferencia con los anteriores es que un vehículo autónomo tendría completa capacidad para gestionar todos los sistemas el coche. Es decir, es el máximo nivel en automatización de vehículos. Se dota al coche de capacidades propias del hombre. Para ello, se utiliza Inteligencia Artificial (IA). De este modo, puede conducir y aparcar solo. Así como tomar decisiones durante la conducción.
6 Niveles de conducción autónoma según la SAE: Estándar SAE J3016
Para entenderlo mejor, vamos a coger como ejemplo una de las clasificaciones en las que estipulan los niveles de conducción autónoma. Se trata del Estándar SAE J3016 realizado por la Sociedad de Ingenieros Automotrices americana (SAE, en sus siglas en inglés). En España la conocemos a nivel usuario por la clasificación de lubricantes y aceites para motor.
Esta entidad es un referente, puesto que EEUU es uno de los principales países productores de vehículos del mundo. Y es la clasificación que toma como referencia la agencia norteamericana NHTSA, similar a nuestra Dirección General de Tráfico (DGT). Según el Estándar SAE J3016, estos son los niveles de conducción autónoma.
Nivel 0: El coche no cuenta con ninguna autonomía.
En este nivel no se pueden considerar vehículos automatizados. El conductor debe ejecutar acciones mecánicas, estar atento y tomar decisiones respecto a la circulación. Además de comprobar periódicamente los niveles de líquidos y otras cuestiones de mantenimiento.
Nivel 1: Asistencia al conductor.
Se trata de la introducción de ciertos avances tecnológicos que facilitan la conducción y mejoran la seguridad. Aunque el conductor sigue siendo el responsable absoluto del manejo del coche, cuenta con apoyo técnico.
Nivel 2: Automatización parcial.
Se da en los coches con sistemas automatizados de conducción donde hay tareas combinadas como: la aceleración y la dirección. Sin embargo, es una ayuda ya que el conductor es quien maneja el vehículo. Tiene que mantener la atención. Son los más comunes en la calle.
Nivel 3: Automatización condicional.
En este nivel de automatización del vehículo, el conductor es una figura esencial y necesaria. Pero su función está más orientada a la de un capitán, que toma el mando de la nave cuando el ordenador de abordo le avisa de que es necesario que lo haga. De este modo, es el coche el que determina cuándo necesita la intervención humana. Aunque es posible circular sin el asistente conectado.
¿Qué puede hacer solo el coche?
En este nivel, el vehículo autónomo es capaz de: conducir, monitorizar el entorno y responder ante situaciones imprevistas. Pero es obligatorio que el conductor esté pendiente. Está tecnología es la más avanzada de los modelos operativos actuales. Y acaba de salir al mercado de la mano de Honda.
Nivel 4 vehículos automatizados: Alta automatización
El coche autónomo puede conducir y hacer el resto de funciones bajo condiciones propicias. Asimismo, el conductor puede controlar el vehículo si lo desea. Aún no está en desarrollo.
Nivel 5: Automatización completa
Los vehículos autónomos de este nivel pueden realizar todas las funciones propias de la conducción, sean cuales sean las condiciones en las que circulen. Aunque el conductor puede controlar el coche si lo desea, no es necesario.
Este nivel es al que estamos acostumbrados a imaginarnos gracias al cine, cuando pensamos en coches de conducción autónoma.
Vehículos automatizados: Menos ficción de lo que crees
La industria automotriz se encuentra en un punto de máximo desarrollo tecnológico. La investigación en nuevos sistemas automatizados de conducción sigue un ritmo vertiginoso marcado por: la demanda de vehículos automatizados en alza y la competencia entre fabricantes.
¿Qué pide el mercado actual?
- El conductor medio reclama la comodidad que ofrece cierto nivel de automatización de los automóviles.
- El profesional exige también modelos seguros que faciliten la conducción durante horas y mejoren el rendimiento del vehículo.
- Todo ello, impulsa a la industria automotriz hacia la incorporación de lo último en sistemas electrónicos, donde los datos y el Internet de las Cosas (OIT) ocupan un lugar preferente.
Cada vez más cerca del coche autónomo
Los vehículos automatizados son cada vez más complejos. Sus sistemas de navegación y control se parecen cada vez más a los de una aeronave de última generación. Aunque aún queda para tener coches en la calle con un nivel de conducción autónoma completo. Es una realidad tangible.
Tesla y otras pioneras
Empresas como Tesla son pioneras en proyectos de automatización de vehículos. Aunque no siempre con el resultado deseado.
Están creando máquinas que son un reflejo del hombre. Ya que proponen un modelo de conducción autónoma que reproduce capacidades humanas, como la toma de decisiones. Y lo hace a través de las tecnologías propias de la Industria 4.0. aplicadas al coche.
La clave del futuro de los gigantes de la automoción: IA
La clave está en la Inteligencia Artificial. Los retos a los que se enfrenta el sector de la automoción son enormes. Por el nivel sofisticación de los diseños industriales y las patentes tecnológicas. La exigencia es tal, que estamos ante una “carrera espacial secundaria”. Solo quienes consigan subir antes los peldaños de la escalera de la conducción autónoma, se harán con el mercado internacional automotriz.
Fuerte inversión en IA
Poner en el mercado un coche autónomo exige una inversión seria en Inteligencia Artificial. Las grandes compañías lo saben. Y por eso, todas están orientando sus recursos en esta dirección. Es la única forma de conseguir un mayor nivel en sus vehículos automatizados.
Retos para la industria automotriz: Ya no basta con hacer coches, hay que ser punteros tecnológicos
El referente de la automoción americano Ford creó en 2017: Argo AI. Una compañía especializada en Inteligencia Artificial en la que invirtió 1.000 millones de dólares. Con el objetivo de desarrollar el Asistente de Conducción Activa (y otros ingenios) para su apuesta en coches autónomos: como el modelo Mustang Mach-E.
La importancia de las nuevas tecnologías es tan grande que ha supuesto la salvación para la compañía estadounidense, con grandes pérdidas durante la pandemia. Su caso es un ejemplo de la realidad actual en la producción de coches.
¿Qué nos enseña la experiencia de Ford con ‘Argo AI’?
1. Los beneficios ya no vienen solo de las ventas de coches: la startup Argo IA ha saneado las cuentas maltrechas de Ford durante 2020.
2. Nace el nuevo asociacionismo: empresas que compiten en la producción de coches pero comparten inversiones en tecnología puntera.
Volkswagen ha invertido 2.600 millones de dólares a Argo AI. Lo que salva las cuentas de Ford y a la vez coloca a la europea en la mesa de las decisiones de la compañía tecnológica. Una gestión que será de tú a tú, ya que representa el 40 % de la firma. Casi la misma proporción que tiene ahora Ford.
Vehículos automatizados: La ley a la carrera
El desafío de crear una normativa que se adapte al ritmo de los avances tecnológicos en los sistemas de movilidad autónomos. Si la nueva movilidad supone un reto para la industria a nivel tecnológico y económico, las cuestiones de seguridad no se quedan atrás. Es necesario establecer nuevos criterios técnicos y sistemas de homologación, límites… En definitiva: las nuevas reglas de la conducción.
Algo que no es fácil si se tiene en cuenta el tiempo y el esfuerzo que se necesitan para sacar adelante cualquier ley, directiva y reglamento. En comparación con la velocidad a la que se registran nuevas patentes relacionadas con la conducción autónoma.
Límites normativos: Primero la seguridad
Dos ejemplos sobre los límites normativos a los que se enfrenta el sector del automóvil y que afectan a la producción y venta de coches autónomos:
- Leyes internacionales
- Normativa interna de cada país
Leyes internacionales vehículos automatizados
Reglamento de la ONU sobre vehículos con sistema automático de mantenimiento del carril. Es el primer paso normativo para un sistema de conducción autónoma. Y ya se ha incorporado tanto en la legislación de la Unión Europea, como en la española.
Normativas nacionales coches autónomos
Los propios países productores son prudentes a la hora de poner en la calle coches con niveles de conducción autónoma elevados:
- Japón ha limitado la velocidad por debajo de los límites internaciones: para los vehículos de Honda que cuentan con su revolucionario sistema Traffic Jam Pilot a velocidades iguales o inferiores a 50 km/h.
- Obliga a incorporar una etiqueta identificativa: ‘Automated Drive’, para que el resto de conductores estén alerta por si el coche autónomo hiciera algún movimiento extraño.
En Alemania pasa algo similar con el modelo Mercedes-Benz Clase S, aunque va por detrás de Honda en nivel de automatización.
Reglamento de la ONU sobre vehículos con sistema automático de mantenimiento del carril
Es prudente y exigente con los niveles más altos de coches automatizados. El Reglamento, firmado por medio centenar de países, marca unos límites muy claros para que los coches autónomos que ya se pueden ver en el mercado, circulen de manera segura. Se trata de proteger al resto de vehículos de la vía y a los peatones. Estos son algunas de sus limitaciones.
El sistema de conducción autónoma
Solo puede ser activado en vías donde la circulación de peatones y ciclistas esté prohibida. Además en ellas tiene que haber una barrera física para separar los dos sentidos de circulación.
Límite de velocidad
No se pueden superar los 60 km/h de velocidad máxima.
Pantallas apagadas
Todas las pantallas a bordo tienen que poder desconectarse automáticamente cuando el conductor retome el control del coche.
Conductor apto
Los vehículos automatizados deben contar con sistemas de reconocimiento que detecten el estado del conductor: desde la posición al volante y si está el cinturón abrochado. Hasta su capacidad para tomar el control del vehículo. Si este no responde adecuadamente, el sistema detendrá el coche.
Caja negra
Los vehículos autónomos deben tener caja negra como los aviones. Un aparato que registrará todo lo que pase cuando se active el sistema automático.
Vehículos automatizados en el mercado: Honda va por delante
Japón cuenta con el primer coche autónomo de Nivel 3. Se trata del modelo Legend EX equipado con el Honda SENSING Elite y el sistema Traffic Jam Pilot. Un modelo solo accesible para el mercado japonés pero con bastantes limitaciones como:
- Solo son 100 unidades
- Se puede adquirir nada más que en régimen de Leasing
- Y tiene un precio solo apto para bolsillos privilegiados
Vehículos automatizados de “Nivel 2+”
Con mayores o menores dificultades para hacerse realidad hoy podemos encontrar compañías en la pugna por conseguir fabricar el coche autónomo:
- Tesla y su sistema Autopilot: menos autónomo de lo que cabría esperar del gigante tecnológico. Y con algunos problemas de seguridad.
- Mercedes Clase S 2021 con Drive Pilot: aunque en España no se vende con esta tecnología. Tiene grandes limitaciones para circular por Alemania, como ocurre en el caso de Honda.
- Ford y la tecnología Ford Co-Pilot360 para el Mustang Mach-E.
- Nissan y su tecnología ProPilot 2.0.
- Cadillac y el Super Cruise… Entre otros